Todos hemos
escuchado cuentos desde niños de la gente que puede comunicarse teniendo
visiones, de los que se comunican con los espíritus, de los que tienen
habilidades que la vasta mayoría no tiene. Incluso aquí en el monasterio
contamos con dos compañeras que tienen habilidades similares.
Al
clarividente se le conoce como aquel que tiene el arte de “ver” con los
sentidos, más allá de los cinco tradicionales.
A la clarividencia se le llama a
veces el sexto sentido.
Esta relacionado a las imágenes que siempre
están presentes en la mente pero no conectada a ellas. Los que cuentan con tal
habilidad expresan que ven con lo que se llama “el tercer ojo”.
Algunas
personas en el mundo de habilidades síquicas, hablan de cómo la glándula pineal
es ese tercer ojo.
La glándula pineal, localizada aproximadamente
en el centro de la cabeza, es del tamaño de un garbanzo, pero según ellos antes
era del tamaño de una bola de ping pong.
Según
cuentan, la glándula tiene una apertura, con un lente para distinguir luz, es
hueco y tiene receptores para distinguir colores y tiene una visión de 90
grados.
Para único donde no puede mirar es hacia
abajo. Dicen que dentro se encuentran todas las geometrías y entendimientos de
cómo la realidad fue creada, en todos nosotros, grabado pero en nuestra caída
lo olvidamos y sin nuestras memorias comenzamos a respirar diferente.
Desde el
tiempo de Dionisio al tiempo de Platón, las culturas del
mediterráneo consentían a la doctrina que afirmaba la existencia de un orden de
última realidad que está más allá de la aparente realidad.
Esta
realidad "paranormal" era accesible a la conciencia sólo cuando las
"rutinas normales" de datos procesos mentales eran dislocadas.
Fue el
alumno de Platón, Aristóteles, que cambió el juego de su maestro,
separando las físicas de las metafísicas.
representacion de la glàndula pineal del Vaticano.
El temple filosófico de nuestra
presente civilización, siendo científica y técnicamente orientado, es
básicamente Aristotélico.
Ninguna tal figura racional como Aristóteles se levantó en el Oriente a una posición de igual eminencia. Debido a esta y a otras razones, anatomistas indios y zoólogos que eran sin duda alguna tan curiosos como los griegos acerca de los orígenes de la vida, y hábiles en disección, no se sentían compelidos a preparar sus disciplinas en oposición a las metafísicas.
Ninguna tal figura racional como Aristóteles se levantó en el Oriente a una posición de igual eminencia. Debido a esta y a otras razones, anatomistas indios y zoólogos que eran sin duda alguna tan curiosos como los griegos acerca de los orígenes de la vida, y hábiles en disección, no se sentían compelidos a preparar sus disciplinas en oposición a las metafísicas.
Las Filosofías
físicas y metafísicas permanecieron unidas como gemelos Siameses. Como
resultado, la disciplina que se volvió medicina en el Oeste evolucionó a un
sistema conocido como el Yoga Kundalini en la cultura hindú.
En las condiciones Occidentales, el Yoga Kundalini puede entenderse mejor como una declaración biológica contenida dentro del lenguaje de la metáfora poética.
En las condiciones Occidentales, el Yoga Kundalini puede entenderse mejor como una declaración biológica contenida dentro del lenguaje de la metáfora poética.
En condiciones muy simplificadas, el sistema hace el esfuerzo de unir las
entidades del cuerpo y la mente, que parecen dispares. Es una doctrina muy
complicada; el sistema anima que el practicante progrese a través del control
de varias etapas, llamadas Chakras, o coordinación de mente-cuerpo. Un
sexto, asociado con la clarividencia y telepatía, se llama el Ajna.
El sitio fisiológico de este sexto Chakra, el Ajna, está localizado en el centro de la frente. Es simbolizado por un ojo – el llamado tercer ojo, el ojo interno, o el ojo de la mente.
El sitio fisiológico de este sexto Chakra, el Ajna, está localizado en el centro de la frente. Es simbolizado por un ojo – el llamado tercer ojo, el ojo interno, o el ojo de la mente.
Cuando este ojo se abre, una nueva y
completamente diferente dimensión de realidad se revela al practicante de yoga.
Los estudiosos occidentales, cuando primero encontraron esta literatura,
tomaron el tercer ojo como una metáfora apropiadamente poética y nada más.
Resulta que
según explican, la energía pránica, véase la energía de la vida, circulaba por
el centro de la glándula pineal.
Entonces al dejar de usar esta, el prana,
véase la energía vital del universo según el hinduismo, dejó de pasar por la
glándula y así circular por todo nuestro sistema, y empezamos a respirar por la
nariz y la boca.
Al nuestra
energía vital no pasar por el tercer ojo, dejamos de ver las cosas como eran y
lo que se nos presenta ahora es una realidad alterna, ó quizás mejor dicho una
interpretación diferente, la cual se le conoce como conciencia polarizada. Los
resultados de esta nos hacen pensar que estamos dentro de un cuerpo mirando
hacia fuera, de alguna manera separada de lo que hay afuera.
Sin embargo
la humanidad esta evolucionando a una frecuencia donde la clarividencia será
parte del día a día. Para algunos esto es un regalo que viene natural,
especialmente con los niños. Para otros es un viaje, otra forma
de conocer el prana.